Calabazas de Princesse, Mani, Portos, Minus, Mirra, Mishkin, Minca y Michi (31 de octubre de 2012) |
Cuando termina el mes de octubre de 2013, me encuentro escribiendo en la misma línea que el año pasado: observando el apenas haber pasado por aquí, haciendo recuento de todo lo que me trae cada año el mes de octubre y recordando lo que ha pasado desde el último 31 de octubre. (Check it out: http://margaritacarreterogonzalez.blogspot.com.es/2012/10/balance-de-octubre.html).
Las circunstancias en las que escribo, sin embargo, han cambiado. La vida cambia, no en un año, sino en un segundo, y este año Minus no está saltando a la mesa para coger su calabaza; este año, Minus está en el otro lado, en ese otro lado que hoy, según las tradiciones celtas, está más cercano a este al hacerse más fino el velo que nos separa. El año pasado escribía sobre Mimi, que era la que más recientemente había cruzado. Este año tiene nueva compañía y yo me siento más sola, Minus-less. Minus no jugará este año con su calabaza, pero yo dejaré una vela en mi terraza para que siempre encuentre el camino a casa, aunque sé que no le hace falta, porque nunca lo ha perdido. Te echo tanto de menos, pequeñín. Justo hoy hace cinco meses que cruzaste; tu presencia-ausencia no me abandona y sigo deseando que hubieras esperado un poco más antes de cruzar. Ojalá tuviera la serenidad de espíritu para vivir en la tranquilidad constante de lo que sé sin razonamientos: que estás conmigo, que estáis conmigo y que sólo necesito estar verdaderamente despierta para verlo.
Minus "calabaceando" (31 de octubre de 2012) |
Hola tocaya
ResponderEliminar¡Arriba ese ánimo! Cuanto más te leo más cosas en común tengo contigo. El otoño. por ejemplo, también es una de mis épocas favoritas, y éste lo estoy disfrutando mucho porque está haciendo una temperatura ideal, aunque me gusta más un nublado que a un tonto un lápiz :-D
Te entiendo ahora cuando hablas de Minus y lo que lo echas de menos. Por primera vez en mi vida tengo dos animalitos preciosos en casa -en parte gracias a ti y no sabes lo que te lo agradezco- y cuando pienso en que en pocos años tendré que afrontar su ausencia se me hace un nudo en la garganta. Pero mientras tanto disfruto de ellos como tú disfrutas con los otros que están a este lado, mientras Minus anda haciendo truco o trato más allá de donde puedes verlo.
Samhain blessings to all of you too
Muchísimas gracias por tu mensaje, tocaya linda ;-) Ya veo que sí que nos parecemos un montón porque a mí también me encantan los nublados, y la lluvia, y estoy deseando que llegue ese tiempo verdaderamente otoñal.
EliminarSí que es duro decir adiós a los que queremos; personalmente no encuentro nada que compense la falta de esa presencia física; el hueco que dejan no lo rellena ningún otro, porque cada uno ocupa el suyo, pero sí que me ofrece consuelo el saber que hemos tenido la oportunidad de compartir la vida y el saber que los lazos que creamos no se desatan nunca; que, una vez que nos conocemos, esa unión es para siempre. Si nos duele la ausencia es por la felicidad compartida. Me repito mucho una frase de la película Tierras de Penumbra: la felicidad de hoy es parte del dolor de mañana; por tanto, el dolor de ese mañana es parte de la felicidad de hoy. That's the deal.
Felicísima estoy de haberte conocido y agradecidísima a las nuevas tecnologías por esta oportunidad de compartir experiencias y haberme permitido contribuir aunque sea con un pequeño granito a que compartas tu vida con esas magníficas criaturitas.
Un beso muy grande.
Es curioso que justo leyendo esto sonase en spotify Loreena McKennit, no he podido evitar emocionarme y sentirme identificado; tras 6 años sigo echando de menos aquel gato de ambarinos ojos y acromático pelaje, mejor que el mejor "mejor amigo del hombre", ninguno ha conseguido todavía ocupar su lugar, y tengo gatos magníficos, pero cada uno tiene un hueco especial en mi y ninguno sustituirá al otro.
ResponderEliminarSolo darte las gracias por tomarte el tiempo de escribir aquí, por poner esas audiciones de grandes poemas en clase, por dejar ver tu persona en cada lectura y por ayudarme, porque aunque no sepas ni cómo ni en qué, me has ayudado y más de lo que puedas llegar a creer.
Cuando creí que no hay nada más en la vida por lo qué luchar... te descubrí.
Saludos desde el anonimato.
Madre mía, sin palabras me has dejado. Loreena McKennit, encima, gatos ausentes pero siempre, siempre, siempre presentes, poesía, esperanza, y lágrimas de agradecimiento: las mías por tus palabras. Gracias, gracias, muchísimas gracias. No sé si podrás imaginar lo mucho que significa lo que me has escrito.
EliminarUn abrazo.
No he podido ver este video sin acordarme inevitablemente de ti
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=j9DOxH5RyWQ
Saludos desde el anonimato.
Hola, Anónimo.
EliminarNo había visto esto hasta ahora. Duro, pero sorprendente y, ciertamente, muestra que no somos los únicos seres vivos que experimentamos empatía. Fíjate, en este caso supera la diferencia entre especies y la relación presa-depredador, además de el instinto de supervivencia que lleva a matar para comer y, así, vivir. Y nosotros, mientras, con cuchillas en las vallas de Melilla. Prefiero quedarme con los pequeños detalles que me devuelvan la fe en la humanidad: un acto de solidaridad, un agradecimiento, un comentario en un blog ;-); mirar al individuo y no a la especie, porque el panorama a gran escala es verdaderamente desolador.
Un abrazo
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