sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad! Merry Christmas! Fröhliche Weihnachten! Joyeux Noël! Buon Natale! Nollaig Shone Dhuit! Gaja Dristnaskon!




Mi deseo en Navidad es siempre el mismo, y lo es durante todo el año, sólo que en estas fechas en las que todos nos intercambiamos buenos deseos, me gusta compartirlo con quienes forman parte de mi vida, incluso lectores potenciales de un blog.

Deseo que la Navidad haga renacer en todos nosotros la ilusión de que podemos contribuir a que el mundo sea un poco mejor y que en el 2012 consigamos que nuestro planeta sea un lugar más justo para todos y cada uno de los seres vivos que en él habitamos. 


¡Feliz Navidad! ¡Feliz 2012! 

viernes, 23 de diciembre de 2011

Nuevo número de Ecozon@ / New Ecozon@ issue

New issue just published. Hurray!!!


Ecozon@: European Journal of Literature, Culture and the Environment. Vol. 2, No. 2, Ecospirit: Religion and the Environment.





Los últimos toques ya dados, el botón pulsado y el número ¡publicado! ¡Bieeeeeeen!



domingo, 18 de diciembre de 2011

Of different Alices and an always wise Cheshire cat


'Would you tell me, please, which way I ought to go from here?'

'That depends a good deal on where you want to get to," said the Cat.

'I don't much care where-' said Alice.

'Then it doesn't matter which way you go,' said the Cat.


Además de la Alicia original, hay otras dos Alicias musicales que me fascinan. Os dejo con ellas antes de irme Underground o a Wonderland con uno de mis Cheshire cats.



Bunbury. "Alicia (expulsada al País de las Maravillas)". Radical Sonora (1997)

Marilyn Manson. "Eat me, drink me". Eat me, Drink me (2007)

Ok. With Manson it's not only Alice, but also the Last Supper, cannibalism, vampires...  You just name it! I LOVE both songs.



NOW, SLEEP TIGHT, DON'T LET THE BEDBUGS BITE!!!

sábado, 17 de diciembre de 2011

Miedo a abrir el Facebook

Pues sí, últimamente abro el Facebook con verdadero terror y, si a veces no veo lo que escribe otra gente, es porque me voy directamente a mi página personal o a la de algun@ de mis amig@s para escribirle alguien y así evitar ver lo que otr@s han escrito. Este miedo me lo produce el encontrarme de sopetón con la cantidad de noticias sobre abandono o maltrato de animales, niñ@s, ancian@s, mujeres... en fin, los que se encuentran en una posición de debilidad frente a esta fuerza bruta que se impone en la sociedad.

Hoy me enterado de que en Brasil una mujer ha apaleado hasta la muerte a un Yorkshire delante de un niño de tres años. No he querido ver las imágenes pero no me ha hecho falta imaginarme el miedo que ha debido pasar el pobre animal hasta que ha expirado. La primera reacción ante una noticia de estas características es de una angustia y un dolor indescriptibles. Siempre tengo a algun@ de mis compañerill@s al lado así que me abrazó a él o a ella y comparto mis lágrimas. Ahora le ha tocado a Michi, que estaba durmiendo en una silla junto a la mía. "¿Por qué, por qué, por qué? ¿Qué le pasa a este mundo? ¿Qué nos está pasando?", es lo único que acertaba a preguntarle en medio del llanto.

Recuerdo que, cuando explotaron las bombas en Madrid el 11-M miré a mis gat@s y me avergoncé de ser humana. En serio, la especie humana, así, en su conjunto, me da verdadero asco. Independientemente de que a nivel individual encuentre cada día grandísimas personas, historias de solidaridad y de entrega;  a pesar de que esté convencida de que hay más personas buenas que malas (perdonadme la simplificación), hay tanta indiferencia y tanta banalidad del mal, que, sí, el género homo sapiens me da asco.

Después de la pena viene la indignación y los peores deseos para el/la maltratador/a en cuestión. Ni os imagináis lo que puedo soltar en unos segundos por esta boquita. Ese arranque de ira, sin embargo, dura poco, porque mis pensamientos y mis sentimientos siempre se quedan con quien ha sufrido. Pienso en la cantidad de mujeres que han muerto a manos de alguien a quien en algún momento quisieron, en los ancianos maltratados por sus hij@s o por quienes están a cargo de su cuidado, en l@s hij@s maltratad@s por sus padres o madres, en los animales no-humanos maltratados por sus compañer@s human@s, en los toros que mueren en las plazas a manos de un mal nacido vestido de pseudo-bailarina y rodeado de una jauría humana que se consideran "cultos". Y sufro más por su dolor que por su muerte. La muerte ha de llegarnos a todos, más tarde o más temprano, pero me angustia el que a muchos les llegue antes de poder tener una vida completa y, sobre todo, me tortura el pensar en quienes dejan este mundo entre miedo y dolor. Entonces, me obligo a pensar que, si bien sufrieron, ya no lo hacen. Su sufrimiento se quedó aquí y quiero pensar que si, efectivamente, existe una continuidad de la vida, conciencia, espíritu (llámesele como se quiera), de la forma que sea, el peor castigo que puede recibir el/la maltratador/a-asesin@ es encontrarse con ese perr@/gat@/hij@/padre/madre/marido/novio/amante... y que su víctima ni siquiera lo reconozca y que prefiera quedarse al lado de quienes compartieron su dolor, incluso sin haber llegado a conocerl@s.








jueves, 15 de diciembre de 2011

L'essentiel est invisible pour les yeux

Después de una larga travesía, ayer me llegó mi ejemplar de un libro en el que he publicado un capítulo. Siempre es una alegría recibir la versión impresa de un trabajo, pero la recepción ayer de Ecological Criticism for our Times fue muy especial, porque la historia del artículo con el que participo también lo es. Empezó hace más de tres años.



Mientras estaba trabajando en el capítulo, nuestro querido Berlioz, nuestro samoyedo bonachón, cariñoso y, ciertamente, mayorcete se fue. Fue el 13 de junio de 2008. No voy a entrar a describir un dolor que no se puede describir porque, como le dije hace poco más de un año a mi queridísima amiga Encarni, cuando se me fue otra compañerilla del alma, mi Mimi mimosa, para el amor y el dolor no hay palabras. Simplemente, no las hay. Nos empeñamos en buscarlas y en esa búsqueda gestamos hermosísimos sucedáneos, pero la realidad última es que no existen.


Divago. Berlioz se fue y yo no estaba para escribir nada. Les escribí a los editores, Murali Sivaramakrishnan y Ujjwal Jana para disculparme y decirles que siguieran adelante sin mi contribución. Desde su India me mandaron mensajes cariñosísimos, acompañándome en mi dolor y expresándome su deseo de esperar. Al parecer, había otros contribuidores que iban a retrasarse y podían esperar mi capítulo. No me puse fecha; volvería a escribir cuando tuviera ganas y si el libro salía sin mi publicación, nada pasaba. Tenía aún que corregir exámenes finales, poner las notas, revisiones... todo lo que acompaña a un final de curso. Aparqué el capítulo sine die.

Y un mes y medio más tarde, el 26 de julio, llegó Mishkin, un gatito canijo que ahora es toda una pantera. Otra gran amiga, Carmen, me dijo que seguro que Berlioz estaba hasta las narices de verme llorar por su ausencia (Carmen lo llamó "distancia física", me gusta más) y que puso a Mishkin en mi camino. Además, Carmen sabe muy bien por qué lo sabe ¿verdad Carmen? Ahora yo también lo sé.


Vuelvo a divagar... Mishkin se propuso hacerme reír. Y lo consiguió. Se quedó el verano en casa de Matthias. Me marché a Alemania todo el mes de septiembre y a mi vuelta lo juntamos con el resto de los gatos, en mi casa. Y aquí están todos, sesteando mientras escribo. Mishkin consiguió que volviera a retomar el capítulo, que volviera con Dorothy Wordsworth. Lo terminé unos días antes de que empezara la Navidad y la redacción de este capítulo estará siempre unida a ese dolor por la pérdida y a esas carcajadas que me hacía sacar este sinvergonzón mientras mordisqueaba las hojas de los libros, se dormía en mis libretas, o se subía al ordenador.

Tampoco puedo describir lo que sentí cuando el libro llegó ayer a mis manos. Abrí el paquete nerviosa y busqué mi capítulo. Quería ver la dedicatoria que Murali y Ujjwal me permitieron incluir y, emocionadísima, se la enseñé a Salvador, que estaba haciendo fotocopias cuando recogí el paquete y que también perdió a su gran Chico al mes siguiente de irse nuestro Berli.






To Berli, till we meet again.
"L'essentiel est invisible pour les yeux."






Siempre sabio, el zorro de Saint-Exupéry, ¿verdad, Matthias?

















domingo, 11 de diciembre de 2011

Chaucer's Wife of Bath





A good Wif was ther of biside Bathe,
But she was somdeel deef, and that was scathe.

This week we'll finish studying in class Chaucer's General Prologue to The Canterbury Tales and we say goodbye to the Middle English period with The Wife of Bath's Tale. What an amazing woman!!!

A thousand time arewe he gan hire kisse,
And she obeyed him in every thing
That mighte do him plesance or liking.
And thus they live unto hir lives ende
In parfit joye. And Jesu Crist us sende
Housbondes meeke, yonge, and fresshe abedde-
And grace t'overbide hem that we wedde.
And eek I praye Jesu shorte hir lives
That nought wol be governed by hir wives,
And olde and angry nigardes of dispence-
God sende hem soone a verray pestilence!


viernes, 9 de diciembre de 2011

Gracias

A Erika, Asako y Pedro, por ayer.
A Gracia y a Michi, por hoy (de antemano, Michi, por mañana).
Gracias, mil gracias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Comienza diciembre

Para una entusiasta de la Navidad, el primero de diciembre se presenta como un día propicio para empezar a escribir entradas en un blog. Pues sí, a pesar de que la Navidad cada vez llega antes a los grandes almacenes, a pesar del exceso de consumismo que parece transformar esta fiesta en algo que no es, el primero de diciembre empiezo a montar el árbol, el belén, a colgar adornos. Si no tengo nada más que hacer, dedico el día entero a estas tareas, acompañada por música navideña de fondo (ahora mismo, el Oratorio de Navidad de Bach) y bebiendo té navideño y manteniendo a ralla a mis compis felinos, que insisten en una decoración alternativa. Al finalizar la jornada, suele estar casi todo listo. Si tengo clase o cualquier otra actividad, la decoración de la casa puede prolongarse un par de días más pero es una tarea que vivo con muchísimo entusiasmo.
Mi madre me cuenta que, cuando era pequeña, la Navidad comenzaba en su casa realmente el día del sorteo de Navidad. Mi abuela Elvira los despertaba a todos con roscos de anís y con los niños de San Ildefonso cantando los números en la radio. También es parte de mis recuerdos de infancia y el soniquete de los cantores es parte integrante de la banda sonora de la Navidad española, aunque todavía me siguen sonando raros los "euros" en lugar de las "peeeeseeeeeetaaaaas".
Sin embargo, en mi casa, el ambiente navideño se instala el primer día de diciembre, mezclando tradiciones españolas e inglesas. El abrir cada día una ventanita del calendario de adviento (o hacer que mi osito se vaya trasladando cada día a uno de los calcetines de un calendario de adviento de tela) lo vivo con sentimientos encontrados, puesto que supone un día menos para Nochebuena pero también me recuerda que el tiempo pasa volando, inexorable, y que diciembre (y con él todos mis "bres" favoritos) se despedirá hasta el próximo año. Pero bueno, siempre volverá. 
Este año, además, la comparto con un compañerito nuevo. Es la primera Navidad de Michi y, conociéndolo, estoy segura de que hará de las suyas con el árbol de Navidad. Este blog dará noticias de ello.