lunes, 31 de diciembre de 2012

Año viejo, año nuevo

Resulta  inevitable hacer balance cuando se acaba un año y llenarnos de propósitos para el nuevo. No sé a vosotr@s pero a mí me da siempre pena despedir un año, independientemente de la ilusión que me produce darle la bienvenida al nuevo. Es más, he de confesar que me da miedo hacer balance y ver que el año que se va se ha portado bien conmigo. En esas me encontraba, horas antes de que terminara 2011, cuando recibí la noticia de que mi primo Antonio - Antoñito, a pesar de los años - se había dejado la vida en la carretera, transformando por completo el sentimiento con el que miraba entonces al año que se marchaba. Ahora me encuentro, a pocas horas de que termine 2012, con los mismos miedos.
No quiero, sin embargo, que los miedos puñeteros embarguen el agradecimiento a este año. Aquí seguimos, sanos y salvos, con la familia creciendo - Portos, Caracoli y mi nueva sobrina Cristina - y los demás un año más viejos pero juntos. También están presentes los que se fueron - ¿quién dijo que las ausencias lo son realmente? - si bien es cierto que duele el no poder establecer contacto físico. Conforme pienso esto la sombra puñetera de cada año me tortura con un "¿cuántos años más todos juntos?" y, por un momento, me ofrece, como a Scrooge, una vista de un futuro con ausencias. Hoy, sin embargo, lejos de dejar que me atormente, le hago cara y me enfrento a su afán por ensombrecerme (claro, esa es la función de una sombra ¿no?). No lo sé, ¿cómo lo voy a saber? ¿quién lo puede saber? Eso es también lo que aprendió Scrooge. Espero que estemos todos juntos muchos años más, pero la verdad es que nadie sabe cuánto tiempo le queda por delante. Lo único que sé es que ahora estamos aquí y eso me hace dar las gracias a 2012, a las 17:20. Tengo muchas cosas por las que darle las gracias y así lo hago. También tengo muchas esperanzas para 2013 y muchos deseos de que el mundo sea un lugar mejor y más justo para todos, todos, todos sus habitantes: humanos y no humanos, vivos e inertes. Ojalá 2013 traiga una disminución del sufrimiento. No está en nuestras manos erradicarlo por completo, pero sí colaborar a que sean muchos menos los seres vivos que sufren. Disculpad pero quisiera terminar el año haciendo apología del vegetarianismo. A caballo entre el vegetarianismo y el veganismo, deseo que quien no pueda pegar el salto, al menos considere disminuir el consumo de animales en 2013. Hay mil razones para ello pero, la más importante, la de vidas que continuarán existiendo. ¡FELIZ 2013!


martes, 25 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!



¡Feliz Navidad! - Bo Nadal - Bon Nadal - Zorionak - Natale hilare - Boas Festas - God Jul - Merry Christmas - Buon Natale - Joyeux Noël - Fröhliche Weihnachten - Nollaig Shone Dhuit - Gaja Dristnaskon - Miau miau - Guau guau - Pio pio - ... ...



Que todos los buenos deseos que compartimos en estas fechas no se queden en palabras, que nos acompañen todo el año y seamos parte activa en que se materialicen. No cuesta tanto y es mucho lo que se consigue. Entre tod@s podemos contribuir a dejar el mundo algo mejor de lo que estaba cuando llegamos. No dejemos que la inercia nos lleve a hacer lo contrario. Os dejo con un vídeo que me llegó el otro día y que no me canso de reenviar. Debería ser así de fácil. De hecho, creo que, en realidad, ES así de fácil. Otra cosa es que nos empeñemos en verlo o hacerlo todo más complicado de lo que es. Simplify!!!

¡FELIZ NAVIDAD!



sábado, 22 de diciembre de 2012

Gracias



A la vida, a todas y a todos por tantas, tantas, tantas cosas. No doy nombres porque son muchas las personas humanas y no humanas, los acontecimientos, las cosas y las causas por las que estoy agradecida, que llenaría este blog. Se me ocurre expresar mi agradecimiento hoy, este 22 de diciembre, con la Navidad a la vuelta de la esquina, otro año en su recta final y un nuevo B'aktun recién estrenado; hoy, precisamente, que no me ha tocado ni un céntimo en la lotería (yo, que no suelo comprar, este año he comprado un décimo) pero es que la lotería me toca cada vez que pienso en lo feliz que me hacen quienes me rodean. No lo cambio por nada. Gracias, gracias, gracias.