sábado, 24 de diciembre de 2016

¡Feliz Navidad!

Me duelen las ausencias mucho más este día en el que todo se subraya, pero me llenan el corazón las presencias con quienes tengo la fortuna de vivir.  Me duelen los excesos, la cantidad de animales que mueren, cifras que se disparan en estas fechas y que a mí se me clavan como dardos, pero no voy a permitir que apaguen mi casi extinta ilusión. Mi carta a Papá Noel y a los Reyes Magos sólo llevaría un deseo: que aumente el número de gente que opta por no alimentarse de animales.



















¡Feliz Navidad! Muy especialmente a quienes compartís esta filosofía de vida, este imperativo moral, porque entendéis perfectamente de qué estoy hablando y me ayudáis a no sentirme tan sola.