domingo, 12 de agosto de 2012

Vacaciones en Goupillières

Ya llevo unos días aquí, de descanso y casi, casi desconexión. Llevo el iPad así que no puedo evitar conectarme a la red de vez en cuando. Hoy lo hago sólo para dejar constancia de la tarde tan especial que he pasado con ... una mosca. La he dejado toda la tarde disfrutar de los restos que quedaban en mi plato, se ha pasado en alguna ocasión al de Matthias pero, se ve que el mío le gustaba más. Hasta le he hecho un reportaje fotográfico -con algún vídeo mientras se limpiaba las patitas y las alas- que colgaré de vuelta en Granada. Hoy ha sido un día raro, de esos en los que me secuestra un espantoso vacío existencial. A fly, a life, and there's a difference. I left to watch TV and it had left. Without even saying goodbye!!!! Such, again, is life. Por aquí andará, aunque ya no pueda diferenciarla de sus compis. Bon chance, ma petite.

2 comentarios:

  1. No hay ser más hipnótico que una mosca, sobre todo cuando se ponen a lavarse jeje. Yo hace poco me pasé un viaje en bus de 2 horas entero mirando a una mosca por dentro de la ventana (el mareo después fue cosa grande...).
    Saludos!

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  2. Imagino a la mosca escribiendo por la tarde en su blog: "Hoy una humana un poco extraña ha querido compartir su comida conigo y después me ha estado observando mientras limpiaba mis patas y mi alitas. Me he sentido un poco desnuda, pero ha sido toda una experiencia. Estos humanos son unos voyeurs". Jajajajajaja. Me encanta, Marga. Es que las moscas francesas son muy fisnas ellas, jajajaja.

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