martes, 13 de mayo de 2014

Entonces y ahora: otro apunte nostálgico: Ecofeminismo/s: mujeres y naturaleza + Minus sigue siendo más


Pronto hará un año que se me fue mi Minus y, si la primavera ya de por sí se me hace muy dura de llevar, este mes de mayo está siendo un doloroso recordatorio constante. Bueno, no tanto, está lleno también de todos los buenos momentos que pasamos antes de saber el diagnóstico: el dormir juntos más horas de lo común con la típica modorra primaveral, la alegría cuando parecía que podía volver a comer sin problemas ("la felicidad es oír a Minus lamer el plato", me dije una noche). He pensado mucho en nuestro último invierno juntos, mientras terminaba el artículo que hoy me ha llegado en formato impreso, publicado en el número 22 de la revista  Feminismo/s. Minus dormitaba con Mirra, Mishkin o Minca o escogía subirse al escritorio, junto a mí. Ya ves, Minus, cualquier excusa es buena para rendirte un homenaje. Gracias por acompañarme, entonces y ahora. Te echo de menos tantísimo. Minus es más. Siempre conmigo.

miércoles, 23 de abril de 2014

Porque las cosas cambian


La de tiempo que hacía que no escuchaba esta canción, y me ha dado por escucharla hoy; precisamente hoy. La última vez que la había escuchado, Berlioz ya se había ido, pero estaban aquí Mimi, Minus, Fanny, y Brontë no se había perdido. Tampoco estaba pasando lo que pasaba hoy mientras escuchaba de nuevo la canción; o al menos no estaba pasando de la misma forma, o no era tan evidente. Al fin y al cabo, ¿no morimos cada día?

Pero las cosas cambian y, si bien algunos se fueron, otros llegaron. No estaban aquí Minca, ni Michi, ni Portos, ni Nati, y buscando a Brontë nos encontramos con Mani.

Las cosas cambian y, aunque el cambio a veces duela, es bueno que cambien. Feliz reencuentro con Doris, querido Harald. Ahí no hay dolor.


domingo, 30 de marzo de 2014

Never such innocence again (Philip Larkin)




 Mañana me marcho a Cádiz, invitada por la Asociación Cultural Universitaria Ubi Sunt? para dar la conferencia inagural de su XV Congreso Multidisciplinar, que este año tiene por título "Literatura e Historia". He vuelto a sumergirme en la Primera Guerra Mundial para hablar de cómo la contienda influyó en la evolución personal y en la creación literaria de J.R.R. Tolkien, y se ve que ando lejos de endurecerme con la edad porque volver a leer algunos textos que ya conocía me ha dejado rota.Cuando terminé mi licenciatura, me dediqué a escribir mi tesis doctoral sobre The Lord of the Rings; cuando Tolkien terminó la suya, le tocó experimentar los horrores de la guerra. Indudablemente, mis twenties fueron más afortunados que los suyos. 


Cabe preguntarse qué color habría tenido la producción literaria de J.R.R. Tolkien si hubiera sido tan afortunado como yo y le hubiese tocado vivir una juventud en paz, pero creo que ese tipo de preguntas no nos llevan a ninguna parte. Al fin y al cabo, como ya le dijo Gandalf a Frodo, no nos corresponde a nosotros decidir qué época nos toca vivir, sólo nos queda decidir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado. Tolkien perdió a todos excepto a uno de sus amigos de infancia en la guerra, ninguno de ellos llegó al cuarto de siglo; tantas vidas jóvenes segadas en medio de tanto horror supone una pérdida para la humanidad entera pero, desgraciadamente, cuando falta poco para que se cumple el primer centenario del comienzo de la guerra que se suponía iba a terminar con todas las guerras, pareciera que la pérdida está perfectamente asumida. Philip Larkin expresó muy bien lo que se rompió en 1914: "Never such innocence again".

Encontré una reproducción de un póster de la Primera Guerra Mundial que solicitaba libros para los soldados que estaban en el frente y recorté la imagen para utilizarla como base de lapresentación de diapositivas que voy a utilizar para la conferencia, con la esperanza de que alguna vez la pluma sea más fuerte que la espada o, en este caso, los libros más fuertes que la bayoneta. Reproduzco la imagen aquí, con el poema MCXIV, de Larkin. Si os fijáis bien, la pila de libros supera en altura la de la bayoneta. No volveremos a recuperar esa inocencia, pero, si bien no tengo mucha esperanza en la especie humana, no quiero perderla del todo. Que la historia y la literatura nos ayuden a no olvidar.

martes, 4 de febrero de 2014

Namárië

Esto es para ti; ambos sabemos ya quién eres, tras dejar el anonimato. 
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Namárië


martes, 7 de enero de 2014

Mía: una compañerilla más durante estas vacaciones de Navidad




Estas vacaciones he tenido la oportunidad de compartir tiempo con otra amiga felina. Esta preciosidad que veis en las fotos se llama Mía y es la gata de unos buenos amigos que me han confiado su cuidado mientras ellos han estado pasando las fiestas de Navidad en su tierra. Ha sido todo un privilegio ir a verte, a darte de comer, a jugar contigo, a leer contigo y a quedarme frita en el sofá contigo en el regazo, Mía. Has dado a esta Navidad un toque muy especial, puesto que integrarte en mi rutina ha hecho que salga de ella por completo. Que sepas que estoy dispuesta a cuidar de ti siempre que haga falta, y a que me llenes las manos de lametones.
Un beso grande, pequeñita.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Fanny, Fannylinda, Fannyturri, Fannytuchi

Fanny y Johnny. Verano 2011
Decidí ponerle el nombre de Fanny porque la compramos la víspera de Reyes; como un diminutivo de Epifanía. Wintry acababa de perder a su compañera Summery/Springy el día de Año Nuevo y, con el dolor de la pérdida tan repentina, fuimos a buscarle una nueva amiga para que no estuviera solo. Odio participar en la compra de animales y no me gusta ver pájaros enjaulados pero, por motivos que no vienen al caso, ofrecí mi hogar a una pareja de periquitos y, cuando uno se muere, hay que comprar pronto una pareja para que no se depriman. Cuando voy a escoger un periquito, siempre pienso en los que dejo atrás, así que es un momento bastante duro. Con Fanny, sin embargo, lo tuve claro. Tenía el pico torcido y eso la situaba en el grupo de las "no elegibles", excepto para mí. Fue precisamente eso lo que me hizo señalarla. Me daba la sensación de que era un poco mayor que los demás, así que probablemente había sido descartada en más de una ocasión. Sea como fuere, ese pico y sus ojillos tomaron la decisión. Si nadie quería darle un hogar, yo le daría el mejor que podía ofrecerle. Y creo que ha sido feliz.
Estuvo con Wintry desde 2005 hasta mayo de 2007, cuando Wintry murió y, desde entonces hasta hoy, ha compartido su vida con Johnny. Y digo hasta hoy porque, finalmente, después de luchar como una campeona y de regalarme una tarde-noche muy especial ayer, hoy se ha ido. Ayer por la tarde estaba casi moribunda y se la pasó entera en mis manos, mientras yo esperaba el desenlace, pero por la noche revivió milagrosamente, volvió a comer, a beber y a llamar a Johnny, pero se cansó pronto y volvió a dormir. Me he pasado toda la noche pendiente de ella y esta mañana, cuando volvía a estar como la encontré por la tarde, la he tenido que dejar con todo el dolor de mi corazón para irme a trabajar. No sé cuántas veces he vuelto a la habitación para despedirme de ella, porque me temía lo peor. Y así ha sido. Cuando he vuelto, estaba en el mismo lugar en el que la dejé esta mañana. Ahora descansa con Wintry. La primera estrella de la noche ha sido testigo. Creo que ha esperado a que yo no esté para irse, después de hacer que el corazón me volviera a saltar de alegría y de esperanza ayer. Me mostró su fuerza y su energía, pero me ha sabido a poco el tiempo pasado con ella. Me esperarás con los demás ¿verdad, Fanny?
Te quiero, Fannylinda. Vuela libre y perdóname si te he agobiado mucho al final.

sábado, 30 de noviembre de 2013

30 de noviembre

Se pasan los meses y sigo sin poder dedicar al blog la atención que quisiera. No quiero, sin embargo, que se acabe noviembre sin dedicarle una entrada a uno de mis meses favoritos. Un 9 de noviembre, en 1992, Misi llegó a mi vida, para marcharse 8 años después, el 24 de noviembre de 2000. Minus llegó también en noviembre, el 25 de 2003 y estuvo conmigo apenas nueve años y medio. No ha llegado a celebrar su 10º cumpleaños aquí. Estoy tremendamente agradecida de que me escogieran, pero me ha sabido a poco. Pero Mirra llegó un 10 de noviembre de 2004 y aquí sigue, con sus 9 añitos y su actitud de gatita pequeña. También Caracoli-Turbo llegó el año pasado, el 9 de noviembre, y aquí sigue. También cumplen años en noviembre mi hermano Pablo y mi cuñada Paqui, y aquí están. Hay mucha vida que celebrar, y no sólo en noviembre.
He de confesar que cierro este mes de noviembre bastante cansada y sin el entusiasmo habitual cuando se acerca diciembre, a pesar de que ayer recibí un regalo fantástico de mi gran amiga Bea (las señales, Bea, las señales). Echo de menos a Minus y Fanny me tiene preocupada. Espero que no sea nada, pero el vivir con tantas criaturitas tiene estas cosas.
Sé que esta es una entrada un poco extraña, desorganizada, pero el humor no me acompaña hoy, con este ataque de preocupación y melancolía. Michi se acaba de subir y ya me está reclamando atención. Como me conoce el sinvergüenza. Ahora voy, Michi, ahora. Antes, me gustaría rendir homenaje a alguien que murió hoy hace 113 años en París: el grandioso Oscar Wilde. Lo recordé cuando enterré las cenizas de mi Misi hace hoy 13 años; vuelvo a recordarlo ahora, pero no pensando en las tristes condiciones de su muerte, sino celebrando su vida y su ingenio.