Chuli en primer plano, con Nati, en marzo de 2016. Aún no llevaba un año en casa |
El que hayas estado malito ha servido para estrechar lazos, para que pudiera sentir tu cuerpecillo calentito, tu corazón, tu respiración, al principio temerosa y luego más relajada. He restregado tu cabecita con mi cara, te he dado besos en el piquito y tú te has dejado querer.
Ojalá hubieras podido remontar el vuelo y pasar más tiempo conmigo y con Trisqui, que está ahora desorientada. Hasta ayer mismo pensaba que podías hacerlo; incluso esta mañana me he levantado con cierta esperanza. No ha podido ser, Chuli. Ahora vuelas por otros lugares, pero yo tengo el corazón destrozado. Te quiero tanto, pequeñín. Hasta el reencuentro. Love trumps death.
Momentos felices. Ahora sólo queda Trisqui, la primera por la izquierda. |